Los adultos nos preocupamos por los más jóvenes, intentamos que no comentan errores y que tomen la decisión correcta.
Sin embargo, no podemos dirigir sus vidas. Los niños y adolescentes necesitan tener las herramientas necesarias para afrontar su presente y futuro.
Lo más importante para los padres es que su hijo tenga una vida feliz, la educación emocional pone los cimientos para ello.
Allá vamos. Educación emocional infantil para tener una vida feliz.
¿Qué es la educación emocional infantil?
La educación emocional es un proceso indispensable en el desarrollo de los niños y jóvenes hacia la vida adulta.
Se trata de un concepto complicado de definir. Podríamos decir, a grandes rasgos, que es un proceso de aprendizaje continuo esencial para el desarrollo de la personalidad.
Por medio de unos conocimientos y habilidades el niño o adolescente aprende a gestionar y comprender sus emociones y las de su entorno, permitiéndole mejorar su bienestar personal y social.
Solicita asesoría para familia con expertos en psicología y educación
Educación emocional primaria
Vaya por delante que estamos hablando de que la educación emocional es un proceso permanente. Por lo tanto, es algo que debe acompañar a las personas a lo largo de toda su vida.
Principalmente los niños deben prepararse para obtener los recursos necesario para afrontar las experiencias vitales. Solo así podrán adoptar los comportamientos adecuados para el día a día que les espera.
La educación emocional es una manera de prevención primaria inespecífica. Con ella se intenta fortalecer al joven para evitar los trastornos posteriores.
Aumenta el rendimiento académico: hay muchos estudios que relacionan e incluyen el equilibrio emocional como un facilitador del aprendizaje. Por ejemplo, este de Ediciones Complutense, «La inteligencia emocional como predictora del rendimiento académico en la infancia: el contexto pluricultural de Ceuta«, Federico Pulido Acosta
y Francisco Herrera Clavero.
Además, está íntimamente relacionada con el rendimiento académico y profesional.
Una vez alcanzado el rendimiento emocional se produce una mejora en la actitud del niño o adolescente. Lo suficiente para desarrollar las aptitudes y optimizar el aprendizaje de cualquier campo.
Mejora las habilidades sociales de los niños
La inteligencia emocional (capacidad de entender y dar sentido a nuestras emociones y las de los que nos rodean) es aplicable a las situaciones de la vida. Realmente cuanto más desarrollada esté más fácil será conseguir actitudes positivas, aumentar la empatía y por extensión mejorar las habilidades sociales.
Esta selección de vídeos sobre educación emocional aplicada a niños es de lo más interesante.
Prevenir problemas desde la infancia
Ayuda a prevenir problemas consecuencia de desórdenes emocionales. Es decir, en un primer momento la educación emocional se encarga de favorecer las tendencias constructivas y minimizar las negativas.
La mayoría de personas experimentamos pensamientos autodestructivos en algún momento de la vida. Esto se debe principalmente a una falta de control emocional.
La falta de control emocional llevada al extremo puede provocar estrés, ansiedad, depresión, trastornos alimenticios, violencia, consumo de drogas e incluso pensamientos suicidas.
El control emocional se utiliza como principio de tratamiento o intervención en todos estos casos. Cabe destacar, sobre todo, en los casos de violencia de género.
En definitiva, la educación emocional es de gran importancia para la prevención actitudes nocivas de nuestros hijos y jóvenes. Una pieza fundamental que repercutirá en todos lo ámbitos de sus vidas. Tanto académicos, como personales y profesionales. Que los hará más felices.
Así que no olvides esta frase: la educación emocional infantil para tener una vida feliz.