¿Qué es una escuela de padres?
Educar a un hijo es difícil. No vienen con un manual de instrucciones bajo el brazo y muchas veces, más de las que nos gusta reconocer, acabamos perdidos sin saber cómo actuar ante ciertas situaciones.
Existen unas herramientas básicas que la mayoría de los padres usan. Estas son la sensatez y el sentido común. Ambas guían y funcionan en la mayor parte de las situaciones, pero en ocasiones no son suficientes. Son esos momentos en los que se tienen que combinar con otras herramientas y recursos que favorecen el éxito. Estas herramientas pueden obtenerse de amigos, de familiares, de leer libros y revistas, de ver vídeos en Youtube, etc., pero a veces lo aprendido no es suficiente. En esos momentos puede aparecer la confusión y el desconcierto, y acabar con una frustración que impide avanzar con una crianza constructiva.
La Escuela de Padres aparece como respuesta a esas situaciones negativas, como un recurso para padres y madres. Es un espacio para reflexionar, pensar y actuar sobre la relación con los hijos, generando lugares comunes con otros padres y madres, dentro de un taller que favorece el desarrollo de todas las habilidades personales necesarias para comprender y satisfacer las necesidades de los hijos en el camino a hacerse adultos.
¿Cómo funciona la escuela de padres?
En muchas ocasiones, al pensar en la escuela de padres aparece en nuestra cabeza una imagen muy asociada a la educación tradicional. Hablando con padres y madres muchos de ellos comparten la idea de ser como una clase en la que se sientan a que un experto les lea la lección. Por suerte, eso cada vez se está quedando más atrás.
Con el tiempo las escuelas de padres han ido evolucionando hacia una vertiente más colaborativa. Ahora el objetivo es generar la adquisición de recursos desde dinámicas grupales que permitan a los padres y madres trabajar desde sus propios problemas y dudas. Es decir, se ha pasado de centrarnos en la teoría pura y «búscate la vida» a dar a los padres y madres un papel activo.
Esto implica, en resumen, que ahora los padres y madres toman un papel más activo. Y, por lo tanto, la colaboración con el profesional maximizará el éxito de estos talleres. Además, una actitud de aceptación de críticas, fallos y errores que siempre aparecen, junto con los éxitos, es una actitud fantástica para acercarte a esta modalidad de trabajo.
5 motivos para acudir a una Escuela de Padres
1. Facilita la adquisición de recursos.
Una de las frases más famosas de la psicología es «si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo«. Esta frase expone cómo usamos, y adaptamos, todos los problemas y sus soluciones a las herramientas que tenemos. Las padres y madres lo hacen lo mejor posible, pero obtener las herramientas adecuadas es difícil, nadie nace sabiendo. Las Escuelas de Padres trabajan para ampliar esa caja de herramientas y obtener recursos para todas las situaciones posibles en la crianza.
2. Adelantarnos a lo que puede venir.
Los diferentes temas de las Escuelas de Padres no solo se centran en lo que pasa en el presente. Una gran parte del trabajo se centra en lo que está por llegar. Es decir, las Escuelas de Padres ponen el foco en la prevención de posibles riesgos y problemas que pueden surgir en la crianza, dando pautas para facilitar la superación de los mismos. El conocimiento es poder y en este caso más que nunca.
3. Resolver dudas.
Todos tenemos dudas, es algo normal, y en la crianza en ocasiones esas dudas no paran de crecer. A veces tener dudas se considera negativo, mostrando vergüenza por tenerlas. Reconocerlas y hacerse cargo de ellas favorece la crianza exitosa. Una de las principales funciones de las Escuelas de Padres es generar espacios seguros donde poder resolver todas las dudas que puedan surgir como padres y madres.
4. Hacer grupo y obtener apoyos.
Ser padres a veces es muy solitario. Es inevitable llegar a pensar en ocasiones si estás haciendo algo mal, si es normal lo que le pasa a tu hijo o si te estás equivocando, si deberías saber hacerlo bien. Son múltiples las dudas que surgen en ese aspecto. Uno de los mayores beneficios de las Escuelas de padres es el encuentro con otros padres y madres. A través de compartir experiencias podemos sentirnos acompañados, descubrir que no es tan raro lo que está pasando y aprender unos de otros para encontrar modos más positivos de actuar frente al problema. Todo eso mediado por un profesional que ayuda al diálogo y la generación de ideas, junto a la corrección de mitos y el abordaje de las dificultades.
5. Facilita el crecimiento de la familia en su conjunto.
Por último, acudir a una Escuela de Padres facilita que toda la familia crezca más sana. Esto sucede porque, cada vez que uno de los miembros de la familia obtiene recursos (ya sean estos comunicativos, de puesta de normas y límites, de comprensión de la etapa vital en la que está su hijo, etc.) afecta a todos los demás, pues las dinámicas se modifican para dar espacio a modos más sanos y proactivos de relacionarse.
El Brunch en familia: nuestra Escuela de Padres
Si has llegado hasta aquí, me gustaría explicarte qué te ofrecemos nosotros. Desde Cotera hemos decidido realizar unos talleres que se apoyen en todos los beneficios que hemos comentado. Hablaremos sobre el apego (tan importante en la edad infantil), las rabietas (que tanto traen de cabeza a los padres),del mantenimiento de la pareja frente a la paternidad, etc., junto con otros muchos temas. Todo esto en solo 5 sesiones online de 1 hora impartidas por psicólogos expertos en primera infancia y familia y a lo largo de los próximos meses. Durante las mismas se ofrecerán reflexiones y ejercicios, además de un espacio donde consultar sobre lo aprendido o sobre lo que pasa en tu caso.
Y esto no es todo, si te apuntas antes del 31 de enero tenemos una oferta exclusiva: las 5 sesiones a un precio muy reducido. Porque para nosotros es muy importante que todo el mundo tenga la oportunidad de aprender y mejorar. Si tienes dudas o te interesa esta oferta puedes obtener más información contactando con nosotros.